martes, 17 de diciembre de 2013

Sammael Ultramarine. Azul y ruedas.

Esta entrada está dedicada exclusivamente a la transformación de la moto a reacción de Sammael  en una motocicleta terrestre, para pasar, además, a convertirse en capitán del capítulo de los marines más firmes: Los Ultramarines.

El motivo que me llevó a hacer esta transformación es la envidia. Comencé varias veces a coleccionar marines espaciales, y me decidí por los más clásicos, los Ultramarines. El problema vino cuando comenzaron a aparecer figuras bastante buenas de otros capítulos, y que me llamaban bastante la atención. ¿Cómo iba a consentir esto? Tomé la determinación de comprar las miniaturas de esos otros capítulos y transformarlas en Ultramarines, borrando emblemas y haciendo todo lo necesario para que tuvieran un lugar en mi ejército. Así cayeron en mis manos personajes como Darnath Lysander, Capitán de la Primera Compañía de los Puños Imperiales, Kayvaan Shrike de la Guardia del Cuervo, y, por supuesto, la figura que nos ocupa hoy, el Gran Maestre Sammael, Señor del Ala del Cuervo. 

Sammael, Señor del Ala del Cuervo. Imagen propiedad, como ya sabéis, de Games Workshop. Sólo la usamos para fines comparativos. Fantástica miniatura y pintura, he de decir. 
El trabajo de pintura realizado sobre esta miniatura me pareció soberbio, y la miniatura igualmente estupenda, por no decir de lo mejor que había sacado la GW en cuestión de marines espaciales hasta el momento. El problema es que no podía ejercer de capitán de mis muchachos de azul sin ninguna modificación. Me puse manos a la obra, poniendo el riesgo esta maravillosa miniatura, para que, en vez de volar, fuese por tierra, una Corvex terrestre, la Goldwing de los Ultramarines.

He de reconocer que Sammael era uno de mis proyectos inconclusos, paralizado en la estantería y olvidado entre el polvo. Tengo, creo que todos los que andan por este blog también, muchas miniaturas a medias. Han pasado años desde que fue transformada, y tiene ciertos defectos, que, vistos ahora, me resultan chocantes, pero no ofensivos.

El caso es que  se le colocaron las ruedas, evidentemente perdiendo el cañón de plasma en la parte delantera, y reubicando la posición de los timones de profundidad de la parte trasera. también se borraron parte de los emblemas del pecho de Sammael, se redecoraron de nuevo las hombreras, se añadió un emblema ultramarine en su armadura y... Bueno, es mejor que la veáis ya terminada.

Vuestros ojos no os engañan, es la moto de Sammael, con ruedas y pintada de azul. Como veréis tiene ciertas modificaciones muy llamativas, como es la rueda trasera con unos sobredimensionados tapacubos (en realidad unos potentes estabilizadores magnéticos). Se han añadido también unos gigantescos amortiguadores hidráulicos en la rueda delantera, además de una serie de emblemas necesarios para que esta moto sea digna de un capitán del verdadero capítulo del Códex

Esta fotografía magnífica muestra todo el colorido que posee esta nueva versión de la moto de Sammael siendo un verdadero Ultramarine. El color Ultramarine antiguo, ya descatalogado se ha trabajado mucho, con una iluminación hacia el blanco en todas aquellas partes de la armadura y de la moto a resaltar. Se han utilizado metálicos al alcohol de la marca kokolo en los oros y los platas, que son brillantes y rápidos al secado. Parecen metal. 

El dinamismo de la figura es impresionante, y aunque es muy masiva (en el uso que le dan los ingleses al término), cuando tienes la miniatura en la mano da la sensación de que está cruzando como una bestia el campo de batalla.
Esta fotografía del lado derecho de la miniatura sirve para que se puedan apreciar los blancos de la capa y de la sobreveste de nuestro héroe.  Los potentes anclajes que se han colocado en la rueda trasera logran que una miniatura de un peso considerable se sostenga únicamente tocando la peana en un punto. 


Detalle de la rueda trasera. En ella se puede ver el acople hecho sobre la sencilla rueda de moto marine. La explicación es tan fantástica como esto. Pensé que una moto a reacción terrestre tendría que tener una estabilización especial, y de ahí esta pieza.  También podéis apreciar como se han recolocado las alas de la original para ser convertidas en algo funcional para un vehículo terrestre. La moto, que es de metal, está fijada a la peana con tres taladros que parten de la rueda y atraviesan la roca pizarra que la decora. 
En esta fotografía se puede apreciar con perfecta definición el efecto de incandescencia que se ha conseguido en los motores a reacción de la motocicleta. 


Detalle del libro y de la cruz con cráneo que porta Sammael en su moto. El color apergaminado está muy conseguido. Decidí pintarlo como un libro de canto gregoriano, en concreto intenta asemejarse a un laudatio. 
En esta fotografía podéis ver el cuadro de mandos de la moto, junto con la modificación de la hombrera izquierda y el emblema de los ultramarines acoplado a la parte superior de su armadura. 
En la anterior edición de la galería fotográfica de esta miniatura no había ninguna foto en la que se apreciara el rostro de nuestro Ultramarine desde un punto frontral. Ahora podemos ver como sus ojos han sido sustituidos por implantes. Él y la moto son un arma hiperevolucionada y perfecta. 
Para terminar os dejo un recado: pasad por la entrada del próximo martes 14 de enero, y veréis a este fantástico personaje en plena lucha por su vida y por la supervivencia de la humanidad contra un ser digamos que... Grimoso.
Pues hasta aquí la entrada de esta semana. Habrá que renombrar a este muchacho y dejar de llamarlo como a su hermano del Ala de Cuervo. Viendo las fotos recuerdo todas las peripecias pasadas, defectos corregidos y trabajo que lleva encima esta miniatura y me quedo bastante contento con el resultado final. Aunque... estoy pensando en deshacerme de ella, si me llegase una oferta lo suficientemente buena. ¿Vosotros cómo lo véis? Mandad un correo si queréis haceros con esta maravillosa y única moto a la dirección acostumbrada de nuestro blog freaklandscenics@gmail.com con una oferta y hablamos.

¡Hasta pronto!

2 comentarios:

  1. ¡Qué idea más buena y qué bien ejecutada! Una verdadera preciosidad, me quito el sombrero.

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