viernes, 25 de noviembre de 2011

Al Oeste del río Júcar II



Hola de nuevo desde la ciudad de la indómita planicie manchega:
He aquí que las mujeres en el Oeste eran abnegadas: Madres, pioneras, prostitutas, tahures... casi nunca en un rol protagonista, eso se lo dejaban al macho, que al final tomaba parte en la acción principal. Pero siempre compañeras y abnegadas.
Empecemos con las prostitutas. No hay meretrices más lindas que las del Western clásico. Se han presentado muchas veces como aquellas enamoradas del héroe vagabundo, que va y viene a su antojo, y para quien siempre tienen momento y refugio:


Aquí tenemos a nuestra linda damisela, que aparece siempre en todas mis bandas de Legends of the Old West acompañando a los muchachos. Muy recomendable, por cierto, ya que las reglas de "soiled dove" son espectaculares y divertidísimas.
En cuanto a la miniatura en sí, pertenece al rango de chicas de knuckleduster miniatures (como todas las de este artículo), y en cuanto a la pintura quedé bastante contento, con una combinación de raso semitransparente bien lograda (con veladuras y brillos en nácar sobre blanco para emular el raso), y una elección de colores muy acorde. De lo que sí me arrepentí fue de no haber tallado la mano del beso. No se aprecia bien en la fotografía, pero el modelo tiene una mano tan grande, que dio pie a comentarios de todo tipo sobre la relación con su oficio y el tamaño de su prensil extremidad superior. Al final, después de lo que costó pintarla, pasó a la posteridad como la chica mano-pie.

La siguiente dama que quiero presentaros maneja el revólver con precisión letal, y marca sus victorias en duelos en su culata. Avanza por mitad del pueblo clavando los tacones de sus botas de montar, y tiene la mirada del color del cielo pero fria como el acero. Es rápida y mortal.
El dinamismo de la figura me encanta, y la expresión de su cara es fantástica. Hay que tener en cuenta que más allá de la calidad de los detalles, la conjunción pintura-modelado consigue que la esencia de mujer dura, de dama pistolero, se logre a la perfección.
No es el caso de la tercera en discordia. Esta, para mí, tiene una cara demasiado defectuosa en el modelo como para ser salvable. De todas maneras, se me ocurrió pintar a una muchacha con el uniforme de la unión, como si no sólo los soldados fuesen hombres. Teneis que ver la película "La Legión Invencible" de John Ford para que se os ocurra que la chica de la miniatura es más decidida y más hombruna que el personaje de Joanne Dru en "She wore a yellow ribbon". Aquí la teneis:


Como despedida de la segunda entrega del artículo, os regalo una foto de las tres juntas, tres arquetipos muy distintos en el Western. Faltaría uno, para mí fundamental, y es que no me puedo olvidar de la andrógina Joan Crawford en Johnny Guitar. Todo se andará.


En la próxima entrega... ¿Llegará por fin el Duque?

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